Wing es una empresa de entrega a domicilio con drones subsidiaria del gigante tecnológico Google. La empresa fue fundada en 2012 por dos ex empleados de Google, Sebastian Thrun y Nick Woodman. Según declaran ellos mismos, la misión de Wing es clara:
Facilitar que las personas obtengan las cosas que necesitan, cuando las necesitan.
Wing entrega alimentos, medicinas y otros artículos esenciales a las personas necesitadas, utilizando drones. La compañía tiene una flota de más de 100 drones y está operativa en Australia, Finlandia y Estados Unidos.
Los drones de Wing son eléctricos y pueden volar a una velocidad de 40 kilómetros por hora. Pueden transportar hasta 1,5 kg de carga útil y permanecer en el aire unos 30 minutos. La empresa ha recaudado más de 100 millones de dólares en financiación y cuenta con el respaldo de Google, Fidelity Investments y Sequoia Capital.
¿Por qué en españa aún no es posible repartir comida a domicilio con drones?
Aunque el uso de drones para hacer entregas de comida a domicilio se ha estado experimentando (y se está extendiendo) en otros países como Australia y Estados Unidos, en España todavía no es posible. La razón es que en España no se permite el uso de drones en las zonas urbanas, por lo que las empresas de reparto de comida no podrían utilizarlos en ningún caso.
Otra de las razones es que, aunque podrían llegar a utilizarse en zonas rurales, existe otra restricción, y es que en nuestro país no se permite tampoco el aterrizaje de drones en cualquier lugar. Es necesario que existan zonas exclusivamente dedicadas al aterrizaje de estos aparatos. Algo que irremediablemente choca con el concepto de «entrega a domicilio».
Parece ser que, en España, no veremos drones surcar nuestros cielos para entregar paquetes en casa en el corto plazo, debido principalmente a una cuestión legislativa. Y seguramente la ley cambiará cuando veamos esta tecnología asentada y arraigada en algún país vecino.
¿Está la tecnología suficientemente desarrollada?
Lo cierto es que sigue en una fase puramente experimental. El vuelo de drones en zonas urbanas genera una cantidad de retos nuevos a los que nunca antes nos habíamos enfrentado. Algo tan complejo por ejemplo, como es el control del tráfico aéreo.
Y es que el pasado 29 de septiembre, sin ir más lejos, uno de estos drones chocó contra el tendido eléctrico en Brisbane, una localidad australiana, dejando sin suministro de luz a miles de familias hasta que consiguieron arreglarlo.
Aunque este es el primer incidente que registra la empresa desde que comenzara a operar, y que además sus consecuencias fueron muy leves dado que consiguieron restablecer el suministro en menos de 45 minutos. Evidencia el hecho de que aún falta mucho por hacer al respecto. Llevamos cientos y miles de años diseñando ciudades pensadas para el tránsito por suelo, así que para empezar a transportar cosas (y personas) por aire, habrá que hacer «alguna que otra» adaptación.
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